martes, 27 de junio de 2017

"Cicatriz", por Sara Mesa.

Sonia conoce a Knut en un foro literario de internet y, a pesar de los setecientos kilómetros que los separan, establece con él una particular relación marcada por la obsesión y la extrañeza. Entre la atracción y la repulsión, no puede evitar sentirse fascinada por este personaje insólito y perfeccionista, que vive fuera de toda norma social y que la corteja a través de suntuosos regalos robados. «Le gustaba ir siempre bien vestido, incluso para ir a robar una simple lata de conservas. Tan joven y hablando de escritores del XIX. Filosofando. Cuestionándolo todo. Teorizando sobre el individuo y el grupo, y la hipocresía social, y los chivos expiatorios, y Dios y el destino, la virginidad y el sexo. Solía decir que no hay placer comparable a pensar. Y no, no era petulante ni vanidoso. Era simplemente... exhaustivo.» Su necesidad de poner distancia cuando Knut se vuelve demasiado absorbente, pero también su irrefrenable curiosidad y el ansia de vivir experiencias más allá de una existencia excesivamente reglada, llevarán a Sonia a una doble vida secreta en la que quedará atrapada durante años sin posibilidad de exculparse.

“Cicatriz” fue una lectura que se me hizo cuesta arriba casi desde el inicio, y mira que tenía ganas de descubrir a esta autora. Seguí leyendo por pura cabezonería, en busca de algo que esperaba encontrar y que finalmente no llegó. Y esta vez no fueron las expectativas ni una mala elección del momento. Fue, más bien, que no congeniamos. Incompatibilidad de caracteres lo llaman ahora. Obviamente, esto no es más que una percepción mía, y no dudo que habrá lectores que puedan sacarle todo el jugo a esta historia. Pero no ha sido mi caso.

“El amor no es más que una proyección de las propias carencias, una entelequia, como lo eran Odette y Albertine para el joven Marcel.”

Sonia y Knut se conocen en un foro literario de Internet y se establece una relación entre ellos bastante peculiar. En los inicios surge cierta atracción que va dejando paso, poco a poco, a una relación tóxica y tremendamente obsesiva, especialmente por parte de él. A los larguísimos emails que intercambian pronto se añade el envío de libros que Knut roba para Sonia. Y ella comienza cediendo al halago y acaba atrapada en una tela de araña de la que ni puede ni quiere salir.

No sé a vosotros pero a mí la premisa de la novela me gustaba. De hecho, sigue siendo ese punto de partida lo mejor de ella: que pone sobre la mesa el cómo nuestra forma de relacionarnos con el resto del género humano ha cambiado a peor, como si de algún modo esas tecnologías destinadas a favorecer el contacto se hubieran convertido en todo lo contrario. A Sonia y Knut la pantalla que les hace de vía de comunicación les sirve también de parapeto para explayarse en su falsedad. Aquí todo resulta más fácil: el halago, la exigencia, la mentira. Sonia se ve incapaz, en un principio, de poner freno a la intromisión de Knut en su vida. Y después ya está demasiado enganchada como para querer salir.

Mi problema ha sido que todo en la novela me ha resultado extenuante, agotador. Los monólogos de Knut, su pasión por ésos autores a los que él considera únicos y especiales y cuya prosa a mí me resulta tan cargante como él. Yo no, no he leído a Proust, más allá de algunos pasajes cuando era estudiante. No he leído a Faulkner. Posiblemente porque me falta bagaje y capacidad para hacerlo, no pasa nada. Quizá algún día esté preparada para hacerlo pero ahora mismo no. Y así, el componente metaliterario, que por regla general logra que disfrute mucho más de cualquier historia, tiene aquí una presencia tan brutal que se convirtió, para mí, en lastre.

Ambos personajes están construidos, no me cabe duda de que con toda la intención, para resultar desagradables y provocar un rechazo en el lector. Para obligarle a plantearse ciertas cosas acerca de sí mismo. Y eso no está mal y, además, lo consigue en gran parte.

La prosa de esta autora, de la que tan bien había oído hablar, me ha resultado en ocasiones un tanto árida, algo cargante en ocasiones, no sabría distinguir si por culpa de lo que pone en boca de sus personajes o por sí misma. En cualquier caso, es un libro que seguramente le gustaría leer a Knut, y que quizá por eso, a mí no me ha ganado en absoluto.

25 comentarios:

  1. Uf, por lo que cuentas lo dejo pasar, no me llama lo suficiente.
    Besos

    ResponderEliminar
  2. Firmo tu reseña de principio a fin.Me pareció una lista interminable de marcas de ropa. Lo de lectura agotadora es un adjetivo perfecto para esta novela.
    Un beso

    ResponderEliminar
  3. Yo éste lo tengo descartado, ya he leído otras opiniones en esta misma línea. Besos.

    ResponderEliminar
  4. Como me suena todo lo que cuentas 😉. Pregúntale a Inés qué piensa. A mí el punto de partida también me parece interesante, pero el que no sean personajes amables, la prosa sea cargante y se haga cuesta arriba, me hace rechazarla dese ya. Gracias por tu sinceridad.
    Besos

    ResponderEliminar
  5. Pues nada, lo dejo pasar y tan contentos porque ahora mismo no estoy para lecturas espesas, sino todo lo contrario. Besos

    ResponderEliminar
  6. Cuando nos pasa eso con un libro ya desde el inicio y no cambia deberíamos dejarlo, pero por cabezonería muchas veces llegamos hasta el final. Una pena. Lo tengo anotado desde hace un tiempo. A ver que me parece a mi.
    Un beso ;)

    ResponderEliminar
  7. Vaya, cierto es que la premisa es muy atractiva pero ya lo de los monólogos cargantes... y la prosa no te ha convencido. Estuve a punto de comprarla pero no sé, al final no me decidí. Con tus impresiones me quedo.
    Besos MaraJss

    ResponderEliminar
  8. Pues la verdad es que si a ti ne te ha gustado lo dejo pasar. Uno menos, que a veces se agradece no acrecentar la lista.
    Un besazo

    ResponderEliminar
  9. Puede ser bueno pero no termina de llegar ademas con tus peros lo dejo pasar. Besos

    ResponderEliminar
  10. Uich! NO me llama nada de nada, la verdad. Necesito lecturas muy ligeritas.. esta calor (menos esta semana que nos está dando un respiro) no me deja concentrarme.
    besos

    ResponderEliminar
  11. Hola Mara,
    Pues tienes toda la razón en que la premisa de la que parte es una pasada... a mí por lo menos me atrae un montón.
    Creo que sé lo que intentas decir... en 84, Charing Croos Road, un libro que me encantó, Hellene Hanff a veces hacia bromas o referencias a autores y libros que no me sonaban (libros que pertenecen a una literatura más intelectual y que hay que saber del tema para valorar) y es verdad que a veces me sentía perdida o simplemente no podía valorar lo que la protagonista intentaba transmitir... y yo creo que aquí quizás te ha pasado lo mismo pero más a lo grande...
    Pues no sé... normalmente si un libro me interesa intento leerlo, a pesar de las críticas que tenga, porque uno nunca sabe si le va a gustar o no... de momento, me lo apunto porque no lo conocía y ya te digo, me atrae un montón la premisa...

    ResponderEliminar
  12. Lo descarté por la reseña de Inés y por lo que leo en la tuya hice bien
    Besos

    ResponderEliminar
  13. Sí que prometía este libro, pero por lo que cuentas, creo que lo voy a dejar pasar, que los peros que mencionas, me pesan.
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
  14. A mí no me llamaba mucho la atención antes de leerte. Y ahora aún menos.

    ResponderEliminar
  15. Pues no era una autora que me llamase demasiado, pero después de leerte directamente como que no. Y no por la historia en sí, que como premisa, tal y como dices, pinta muy interesante. Es que este tipo de libros, con prosa cargante y personajes cargantes, no puedo evitar asociarlos al autor y a su afan por demotrar todo lo que sabe. Que puedo estar equivocadísima, pero ya a priori me tiran muy para atrás.

    ¡Besote!

    ResponderEliminar
  16. Lo tenía echado el ojo precisamente porque siempre había leído reseñas muy positivas...pero creo que me has abierto los ojos.
    Hay determinadas lecturas que no son para uno y supongo que me pasaría lo mismo que a ti...Es atractiva por esa parte metaliteraria, pero se me hacen muy cuesta arriba esas lecturas densas y cargantes así que lo dejo pasar.

    Besitos

    ResponderEliminar
  17. Yo ya lo descarté hace tiempo. Sé que tampoco haríamos buenas migas
    Besos

    ResponderEliminar
  18. A mí la premisa no me llamaba mucho, y tras tu opinión... descartada.
    Besos.

    ResponderEliminar
  19. La sinopsis no me atrae, y tus impresiones indican que es de las que hay que pasar directamente a la lista de las no pendientes. Besos.

    ResponderEliminar
  20. Es cierto, es un libro que se ve ahora por todos lados, aunque por tus impresiones lo descarto. Gracias por la no recomendación.

    Un beso ;)

    ResponderEliminar
  21. A mí me gusta mucho Sara Mesa, cómo escribe y los temas que toca, pero me ha ocurrido algunas veces con determinados autores que, a pesar de saberlos buenos, no he conseguido conectar con lo que me cuentan, así que te entiendo perfectamente. En este caso las referencias literarias que normalmente me lastran la lectura por carecer precisamente de ellas, no me influyeron para nada en el ritmo de la novela.
    Quédate con la parte positiva: con tanto por leer, ya sabes que no tienes que repetir con esta escritora ;)
    Besos

    ResponderEliminar
  22. ¡Hola!! Pues aquí no coincidimos, me gustó, aunque es verdad que Knut me resultó un personaje odioso, fastidioso, repulsivo pero el argumento me pareció curioso y distinto. Si es que no se puede coincidir en todo...
    Besos

    ResponderEliminar
  23. A mi me gustó, creo que además entre líneas dice más de lo que parece sobre el rol femenino en muchos casos
    Besos

    ResponderEliminar
  24. A veces es inevitable llevarse esos chascos. A ver si la próxima lectura va mejor. También quiero probar con la autora, pero no me decido con títulos. Un besote!

    ResponderEliminar
  25. Vaya, esto es una novedad, porque he leído muy buenas críticas sobre este libro. Pero así amplias un poco el prisma con que encararé esta lectura.

    Un abrazo

    ResponderEliminar